Umanoides

    Dado que la recomendación que hizo umanoideidentificado de asistir al estreno en Málaga de “Mi única familia” no tuvo gran repercusión entre los umanoides, voy a hacer algunos comentarios acerca del evento, para que al menos sepan qué pasó.

    Voy a ser sincero: durante la primera media hora de la película no dejaba de pensar en la suerte de los no-asistentes, porque la verdad es que arranca bastante mal. Afortunadamente va tomando ritmo y mejorando, sobre todo cuando empieza a mostrar de una manera totalmente explícita su auténtica condición, cosa que para mí se dio especialmente en una escena en que una chica intenta matar a su pareja con una pistola de juguete, entonces el tipo se levanta y le explica que la auténtica la tiene él (está hablando de su falo). La chica se dispara a sí misma con el arma de juguete y, ahora sí, el otro muere.

    No voy a contar nada sobre el argumento, que al fin y al cabo no tiene gran importancia. Es mucho más valiosa la manera que tiene Menassa (el director, guionista e intérprete) de expresarse, es muy valiosa su poesía y son muy valiosas sus ideas. Son importantes, por ejemplo, ciertas frases como (parafraseando) “cada mujer es dos mujeres” o “quiero tener un hijo varón que sea muy macho” y cosas de ese estilo, aunque fuera de contexto puede no entenderse bien su sentido. Me da un poco de miedo analizar demasiado el film, porque seguramente pondré de manifiesto mi ignorancia, al menos para aquellos que también la vieron. Pero con la intención de atraer el interés de alguno más diré que fue fascinante ver escenas tan cargadas de simbolismo como una en la que un policía mata a su mujer, liberando así a su hijo tanto de la prisión real como de la que significaba la figura protectora de la madre. Puede que sea una interpretación excesiva, pero la muerte (simbólica o no) de la madre parecía redimirlo de sus culpas anteriores a la vez que lo convertía en responsable absoluto de las venideras. En su paso a la hombría, sin embargo, quedó a la deriva añorando a su madre. Entonces encuentra otra redención en la dedicación al trabajo, que en la película se ve que es literalmente según mandato divino. Aún hay mucho más todavía que sacar de esa sola escena, pero no es el momento.

    Durante la proyección pensé varias veces que me hubiera gustado más leer el guión, convertido en novela corta, que ver la película. Aunque en rigor nunca lo leí, sí oí sus diálogos, y creo que Menassa es un escritor talentoso y excepcional. Yo sufría al ver que la única interpretación que hacía alguna justicia a la calidad del guión era la de Menassa, siendo prácticamente todas las demás muy malas.

    Tuvimos la gran fortuna de contar con la presencia del director, con quien que se pudo charlar después de la película. Es un hombre muy sabio, que absorbe naturalmente toda la atención de los que lo rodean. En un arranque de impertinencia le di mi opinión sincera de la película, y la recibió con mucha amabilidad.

    Aunque en la conversación resultó evidente que tiene una cultura cinematográfica muy rica, él decía que tiene mucho que aprender en esto de hacer películas, pero que si tuviera dinero para hacer cinco o seis más terminaría creando un estilo. Fue un gusto y un honor poder conversar con alguien tan interesante.

    La conclusión es: valió la pena ir.

    Tal vez algún otro umanoide asistente querrá añadir algo.